miércoles, 28 de diciembre de 2011

Brujas...

-¿Quejarse es perder el tiempo?

-¿Claro!

-Hay mucho que aprender...

-Por eso a mi me interesan las mujeres maduras, con humor y activas. A partir de los 40 años empieza lo mejor si eres capaz de darte cuenta de la cantidad de cualidades potenciales que hay dentro de ti. Entonces te entran ganas de convertirte en bruja.

-No se yo...

-Se lo diré de otra manera: una bruja es una persona con poder personal.

-Eso me gusta.

-Las brujas sabias dicen la verdad con compasión, y no comulgan con lo que no les gusta, pero no tienen la rabia de las mujeres más jóvenes. Algunos hombres excepcionales pueden llegar a ser brujas, los que tienen compasión, sabiduría, humor y no están supeditados al poder.

-¿Algo más?

-Sí. Las brujas sabias son capaces de mirar hacia atrás sin rencor ni dolor; son atrevidas, confían en los presentimientos, meditan a su manera, defienden con firmeza lo que más les importa, deciden su camino con el corazón, escuchan su cuerpo, improvisan, no imploran, ríen y tienen los pulgares verdes.


-¡...!

-Quiero decir que tienen mano con las plantas. Y también con los animales. Primero aprenden a amar lo que hacen, luego alientan a otros al crecimiento. Saben reconocer lo frágil y lo que tiene valor, y también lo que debe ser podado.

-¿Hay que esperar a la vejez para ello?


-Cuanta más edad, más camino aprendido. La observación compasiva de la vida de los demás te enseña mucho, y las mujeres sabias se pasan mucho tiempo observando. Algunas mujeres, muy pocas, son sabias a partir de los 30 o 35 años; esas a los 60 son increíbles.


(Entrevista a Shinoda Bolen, Doctora en Medicina, analista junguiana y profesora de Psiquiatría en la Universidad de California)




"Convertirse en anciana tiene que ver con el desarrollo interior, y no con la apariencia externa. Una anciana es una mujer que posee sabiduría, compasión, humor, valentía y vitalidad. Es consciente de ser verdaderamente ella misma, sabe expresar lo que sabe y lo que siente, y emprender una acción determinada cuando es necesaria. No aparta los ojos de la realidad, ni permite que se le nuble la mente. Puede ver los defectos y las imperfecciones en ella misma y en los demás, pero la luz con la que los ve no es severa ni enjuiciadora. Ha aprendido a confiar en sí misma hasta saber lo que ya sabe."

sábado, 17 de diciembre de 2011

Próposito en Thomas Edison...

La vida de Thomas Edison estaba llena de propósito. Cuando hablaba de su éxito, decía:

"Los factores más importantes de la invención pueden ser descritos en pocas palabras.

Conocimiento definido de lo que deseamos lograr.

Fijación de la mente en ese propósito, con persistencia para buscar lo que se persigue, utilizando lo que se sabe y lo que se puede recibir de los demás.

Perseverancia en probar, sin importar las veces que haya fallado.

Rechazo a la influencia de los que han tratado lo mismo, sin éxito.

Obsesión con la idea de que la solución al problema está en alguna parte, y se encontrará."


"Cuando un hombre predispone su mente para resolver cualquier problema, puede, al principio, toparse con grandes dificultades, pero si continúa buscando, con toda seguridad encontrará alguna clase de solución. Lo malo que hay con la mayoría de las personas, es que desisten antes de comenzar".

lunes, 5 de diciembre de 2011

Solo por hoy...

"Sólo por hoy trataré de pasar el día sin esperar resolver el problema de mi vida en un momento.

Sólo por hoy trataré de ser feliz. Me ajustaré a lo que es, sin tratar de amoldar todo de acuerdo con mis deseos.

Sólo por hoy trataré de fortalecer mi mente. Aprenderé algo útil. Leeré algo que requiera esfuerzo, pensamiento y concentración.

Sólo por hoy tendré un programa a seguir. Quizá no lo siga con exactitud, pero lo tendré. Me salvaré de dos plagas: la prisa y la indecisión.

Sólo por hoy seré agradable. Me mostraré lo mejor que pueda, vestiré apropiadamente, hablaré en voz baja, actuaré cortesmente, no haré crítica alguna, no le encontraré faltas a nadie y trataré de no dirigir a nadie más que a mí mismo.

Sólo por hoy me tomaré media hora de calma para mí mismo y estaré sin tensiones. En algún momento, durante esa media hora, trataré de tomar una mejor perspectiva de la vida.

Sólo por hoy no tendré miedo. Trataré especialmente de no sentir miedo, de disfrutar de lo que es bello y creer que del mundo he de recibir de acuerdo a lo que dé..."


“Sólo por hoy, no te preocupes.
Sólo por hoy, no te irrites.
Sólo por hoy, trabaja fuerte.
Sólo por hoy, sé amable con los que te rodean.
Sólo por hoy, agradece las bendiciones de tu vida.”
Maestro Mikao Usui (1865-1926).

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Somos las elecciones que tomamos?

En ocasiones sentimos como es que la vida parece nos restriega en la cara que no somos nada… y nos enfrenta con los limites de nuestra condición; situaciones en donde se pone en entre dicho nuestra salud, nuestra estabilidad económica o emocional o, sencillamente, nuestra incapacidad para obtener lo que tanto deseamos.

Instantes en los que la desilusión anda asechando a la depresión y, si nos seguimos de largo sin tomarnos un minuto para pensar… terminamos convencidos y dominados por todo ese absurdo… ¿por qué absurdo? … porque la vida no se acaba cuando te encuentras con un muro… porque mientras haya vida… hay opciones.

Ciertamente estamos creando o destruyendo a cada momentos opciones con nuestro pensamiento; ahora bien, tampoco podemos estar atentos ininterrumpidamente a cada idea que cruza por la mente… mucho menos hoy en día, en donde estamos tan bombardeados de información… eso sería imposible. Lo que si deberíamos cuidar, es de no darle fuerza. Es decir, no permitir que las negativas echen raíz en nuestra mente, esa que todos sabemos muy bien... es altamente fértil.

Hay que tener en cuenta que si pensamos detenidamente en algo le damos fuerza y crece. Poner atención a las ideas, a las que estamos ‘pase y repase’ sería una buena opción… porque son las que se están magnetizando y nos demostraran que verdaderamente nos convertimos en aquello en que tanto hemos estado pensando.

martes, 22 de noviembre de 2011

En busca de soluciones...

Especialmente cuando las cosas llegan a un límite, solemos buscar culpables y justamente en ese momento crucial lo mas valioso son las soluciones, más que saber de quien es la culpa; porque.. podemos echarle la culpa al de al lado, a la infancia que tuvimos,a los recursos que nos faltaron, a los favoritismos que existen, a los amigos que tenemos… etc etc etc.Pero estamos evadiendo la responsabilidad que tenemos en el asunto… desde pequeños seguimos a ciegas los modelos que nos enseñan, sin evaluar realmente si esas acciones nos ayudan a crecer como personas o, si contribuyen a que vivamos en el hoyo, como el hecho de buscar culpables en vez de poner "manos a la obra".

Lo que muchas veces limita o trunca nuestro desarrollo, es estar haciendonos los tontos, culpando a la vida y a los demás y, este suele ser un modelo de comportamiento que tenemos bien arraigado y que nos llena de complicaciones reales o ficticias, es el hábito de darle suma importancia a los sucesos negativos; no nos damos cuenta que bajo esa conducta estamos aplazando nuestro progreso, aplazando los placeres y la alegría. Todo por obsesionarnos en un acontecimiento y repetirlo en nuestra mente una y otra vez, nos lo llevamos a todas partes… ¡incluso dormidos! le damos vuelta y vueltas al asunto, hasta que solo vivimos en pensar en eso negativo, en buscar y remarcar al culpable, eso es invertirle a lo grande para amargarnos la vida.

Las soluciones surgen de tomarse un momento para expandirse en vez de encogerse, tomar aire, es como abrir todas las puertas y todas las ventanas, para dejar que todo se ventile… que los tiempos cambien, dar pie a las respuestas… dar pie a ideas nuevas… dicen que no hay nada mas peligroso que tener una sola idea…

domingo, 20 de noviembre de 2011

Reírse mas...

La verdad es que, generalmente, nos reímos poco… nos tomamos las cosas muy enserio… nos ahogamos en un vaso de agua… hacemos las cosas más grandes de lo que son… nos damos fácilmente por ofendidos y respondemos neuróticamente.

Nos hemos enseñando y, con eso, a los demás… a gritar, a insultar, a resolver los asuntos con arrebatos, a perder la paciencia, a vivir estresados, a ser un manojo de angustias… nos y los hemos acostumbrado a decir groserías con azotones de puertas y… hasta con golpes.

Obviamente los estamos encaminando por donde nosotros ya llevamos un buen trayecto andado, los educamos a ser víctimas en potencia de agresiones. Les introducimos inconscientemente la idea de que son seres merecedores de la infelicidad, de insultos y provocaciones de cualquier tipo. Seres a los que se puede ofender fácilmente, porque eso es lo que les hemos enseñado, a ponerse el "saco" y, aunque no les quede… lo van a usar.

Para que surta efecto una ofensa, debe haber un insensato y otro igual, que se sienta digno de tal insensatez. Si alguien viene y me dice que tengo los ojos azules y yo se que no es cierto… ¡pues lo trato de loco! Si alguien más me dice que no sirvo para nada y, yo se quien soy… no pierdo el tiempo con ese necio… ¡también lo trato de loco!

Si no estoy segura de mi… segura que caigo en la trampa, lo ideal sería que mientras estemos seguros, nos diéramos el beneficio de la risa, porque hay algo muy cierto… TODOS estamos expuestos sin excepción a las agresiones…sin importar edad, sexo, ni condición.
Lo que si varía es la situación individual con la que cada uno se enfrenta a ellas… la risa es una gran herramienta.

La risa es un medicamento… valga la paradoja… la risa es cosa seria… la risa relaja; se ha demostrado que el buen humor disminuye la presión arterial, la tensión muscular y minimiza los dolores.

Si fácilmente te das por ofendido, agredido, afectado… es porque ya estas profundamente identificado con ese rol y… ahora hay que desaprender tal tontería...

jueves, 17 de noviembre de 2011

Paredes sin cimientos...

Si pudiese quitarme ese par de cosas extra que cargo sobre la espalda dentro de mi mochila que... ya de por si... viene algo cargada, esas que me pesan tanto y que en algunas ocasiones me hablan, me hacen mirar hacia atrás, hacia donde la luz no pega por que la lámpara esta ya muy lejos de ese punto a donde no pienso volver nunca por que recuerdo el frío, las paredes altas y un techo casi imposible de alcanzar, agua escurriendo por las esquinas que parecían tan lloronas... sin parar de lamentarse ni un segundo, el golpeteo de la puerta estropeada de madera carcomida por los años, los pequeños huecos en la pared por donde la luz luchaba por colarse un poco sin tener éxito y la viejísima mesa… ya coja de una pata.

Así es como miro aquel lugar en aquel tiempo con las circunstancias que me llevaron de manera precoz a su construcción y por ende a su mala hechura, el trabajo tosco que realicé yo misma con estas manos, levantando ladrillo por ladrillo paredes que no tenían cimientos, débiles muros en los que si te recargabas ligeramente corrías peligro de morir aplastado o de matar a quien estuviese en la habitación contigua, recuerdo el jardín que intenté plantar afuera de la única ventana que construí en aquel lugar pero parecía que tenia una maldición...

Si cierro los ojos puedo mirar aquellas flores marchitas de largos tallos podridos, árboles que jamás dieron frutos dulces, rosas que no dieron botón jamás, ramas hambrientas y raíces sedientas, puedo oler la humedad y polvo que se fueron comiendo todo, ladrillos, maderas, mosaicos, corazón, piel, incluso aquello que no debiera ser devorado por nadie, esperanza...
Tuvieron que pasar mil cosas y bastantes años para que me llegara algo de madurez y aceptara al fin que por mas cemento fresco que pusiera sobre aquellos muros todos los fines de semana, ese lugar era absolutamente inhabitable, las notorias grietas del suelo se abrían cada vez mas... por mas tierra nueva que depositara en ellas, comprendí que si no crecía nada en aquel jardín era por que la tierra era infértil, que aun sembrando semillas cada día nadie pasaría por ahí en la primavera.

Tengo presente en mi memoria de manera muy vívida cuando tomé mi abrigo para largarme de aquel sitio, la sonrisa que se quedó bordada en mi rostro de manera permanente cuando supe que no eran mis manos, no era ninguna maldición!… pensé. Abrí aquella puerta estropeada y miré por última vez la mesa coja, la luz de afuera era hermosa, me maravillé como una pequeña por las nubes blancas, el pasto verde que crecía más allá, el calor del sol baño mi piel, mis ropas sucias y mi cabello.

Como podría volver ahí? A donde nunca pertenecí? Donde no pude ser yo?

Ahora en silencio me siento y recuerdo la mochila que viene sobre mi espalda con algún peso, un peso que realmente no me molesta, ni siquiera ese par de cosas por que…sabes? tal vez no están de mas, están ahí por que es ahí donde deben estar, guardadas en donde ni yo puedo sacarlas por que no hacen falta, pero presentes para que mi espíritu no olvide y recuerde, y se escuche y se hable y se diga siempre que haga falta “no construyas paredes sin cimientos”.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Comprender...te...

Bien sabes como es que siempre intenté comprenderte, por momentos siento que en ocasiones no supe hacerlo por mas que quise, cada intento parecía hundirme mas en una confusión que me ponía tan de mal humor conmigo misma. Pusiste a prueba todos mis sentidos, todos mis instintos, me obligaste a retroceder tantas veces para volver a pisar sobre las mismas huellas que ya había dejado cuando pasé por el camino la primera vez. Era volver, volver para caer en los mismos errores sin llegar a nada, nunca sentí que estuviera dando pasos o que realmente me estuviera acercando a algo o…a ti.

Sabes... cuando era niña mi madre nunca me daba de beber en vasos de vidrio por que desde siempre he roto todo lo que cae en mis manos, siempre he sido muy descuidada con platos, tazas, vasos, todavía me cuesta trabajo no romper nada... así que hice lo mismo que mi madre, en casa los vasos son de plástico.

Tenia yo como ocho años y fuimos a cenar a casa de un compañero de trabajo de mi padre, uno de esos señores importantes con una tremenda casona... mi mamá nos vestía mas bonitas de lo normal a mi hermana y a mi (siempre nos tenia como muñecas) y nos pedían que nos comportáramos. Después de la cena mi hermana y yo fuimos a jugar con la hija de la familia, una niña un par de años mas pequeña que yo, cuando los adultos se fueron a charlar nosotras nos metimos en la cocina. Tenían unos vasos de vidrio muy bonitos, yo que jamás veía ese tipo de cosas y menos tan finos me parecieron lo mas lindo del mundo, mi hermana y la otra niña se pusieron a comer unas galletas que había en una especie de canasta, yo agarre un vaso y lo puse sobre la madera del comedor de la cocina, mis rodillas sobre la silla y mis codos sobre la mesa, agarre la jarra que contenía un liquido de color amarillo verdoso, lentamente llené el vaso pero cuando llegué al borde no me detuve, nunca había visto como al caer el liquido se forma esa graciosa fuente interna... aquel gracioso burbujeo! y seguí sirviendo hasta que aquello comenzó a derramar por todos lados, el comedor termino mojado igual que yo, mi vestido blanco con encajes, mis medias blancas y mis zapatitos, toda yo era una sopa.

Leyendo toda esta anécdota de mi niñez te preguntaras (como siempre sueles hacerlo) cual es el punto?

Para allá voy, no me importo mojarme, derramar aquel liquido burbujeante por todas partes, que mi madre me retara como lo hizo (no podía creer lo que hice) no me importo nada, me encanto ver aquel vaso desparramando como fuente, ese chorrito luminoso a contra luz, las burbujas subiendo rápidamente unas tras otras, sabia que todo terminaría mal pero era algo que jamás había visto, me dio mas gozo que decepción.

Yo nunca había visto algo como tu, no había escuchado cosas como las que tu me dices, nunca conocí a nadie como tu, supe que al igual que el liquido verdoso con nosotros posiblemente todo terminaría derramado por el suelo, sobre mi ropa, dentro de mis zapatos, pero siempre fue mas gozo que cualquier otra cosa, por difícil que te resulte siempre te disfruté y lo sigo haciendo...

Hoy puedo cerrar los ojos y sentirme tranquila, ahora comprendo que mientras esto sea de ambos, no tendría aún un final, que sería como en los cuentos que uno lee sin creer que sean verdad por que jamás has visto nada parecido, ni sentido nada igual.

Fue un tiempo de cerrar círculos, abrir puertas, mirar espacios mas allá de esta ventana mía, mas allá de mi…de ti, gracias por haberme dejado que te contemplara tanto, por hacerme ver en mi todo lo que tu viste, por bajarme de esa nube donde estuve tanto tiempo...

martes, 15 de noviembre de 2011

Esa parte de mi que me hace ser... quien soy.

De pronto un día así como si nada llegas a ese punto en el que parece que todo lo que sabes o lo que has hecho no sirve para absolutamente nada, te quedas por unos minutos (eternos) mirando lo que te rodea, y es ahí, justo ahí, en ese momento de contemplación de tu pequeño universo que entiendes lo pequeño que eres, que con o sin ti el mundo seguiría dando vueltas, la gente seguiría haciendo sus cosas cada día y la vida no se detendría ni por un segundo...

Eres mas diminuto de lo que jamás llegaste a pensar y no, nadie esta alineando los planetas, dibujando tu línea de la vida o trazando tu destino, eres tu y nadie mas que tu el único que ha tomado decisiones en tu vida, el que ha salido de un camino para tomar otro, el que en lugar de seguir avanzando retrocedió dando tumbos, el que no supo llegar en la hora precisa al lugar correcto.

Pero…eso no puede ser culpa tuya, nadie te dijo como era la vida, como son las cosas, eres tan solo una persona común y corriente.

Y mientras miro de reojo las personas caminando por el parque, escucho el crujir de las galletas que arrojé entre los dientes de un perro... que al sentir mi mirada se queda quietecito, el no necesita que le digan lo que debe hacer o como es la vida, pero sabe muy bien que cuando me le quedo mirando lo estoy requiriendo, necesito su atención o sus gracias, se me acerca caminando como de costado sin dejar de mirarme, llegando a mis pies se deja caer sobre su cadera huesuda y se entrega, se humilla, se da, es su manera de decirme que sabe que soy mas grande y fuerte que el.

 Pareciera que en la vida todo es igual, hay que darse, humillarse, venderse, todo es cuestión de “relaciones publicas” del toma y da, del te doy pero espero me pagues mas adelante cuando me haga falta, del pisame pero al rato te alcanzo y hasta te piso la cola si te descuidas.

Y a mi con lo que me frustra tener que venderme, tener que convencer, hacer como que soy justamente lo que se requiere, que soy indispensable, que sin mi las cosas no funcionan, no avanzan, que sin mis “cualidades” todo se vendría al caño y el caos seria el único final lógico, yo que no se sonreírle a los jefes para caerles bien, humillarme en el sentido mas básico de la acción. Por eso no pasa uno de “perro” por que no sabes entrarle al jefe por los ojos y ganarte su apadrinamiento...

Y entonces lo que sabes no sirve de nada, eres cáscara... eso es todo lo que los demás ven de ti cuando te has vendido, el puro cascaron, no tienes ningún atributo realmente valioso...

A veces quisiera no tener esta ultima pizca interna, esta que nadie puede tocar, que nadie puede arrebatarte, la que te hace realmente quien eres, esa pizca que te dice a la cara lo que has hecho mal, la que te obliga a sentir culpa o gratitud, esa pizca que muchos dejamos de lado en el camino por escalar peldaños, pero…para mi desgracia esta pizca esta bien cocida a mi y con nada podría deshacerme de ella, esta pizca imperceptible para todos, menos para ti que se llama integridad.

 Por eso no puedo humillarme, dejar caer mis caderas al suelo y darme, por que se quien soy y lo que quiero pero sin dejar de ser yo, este yo tan yo, que solo puedo ver yo. Aunque ello signifique jamás obtener aquel puesto que todos envidian o ese lugar privilegiado que no alimenta lo que realmente eres...

Ese Tren... de mi vida...

Imagina una estación de tren con un anden muy largo a cada extremo, un techo muy alto con una estructura metálica muy bella de la cual cuelgan enormes y elegantes lámparas que le dan luz durante la noche, dos carriles en direcciones opuestas... a veces se va hacia una y otras en sentido contrario, el tren no pasa cada hora ni a cada instante, es un tren con salidas programadas y aunque no son frecuentes, el tren siempre sale cuando es preciso y esta listo, cuando requiere cambiar de aires, de gente, de sensaciones, de atmósfera. Los boletos se venden en una taquilla que nadie conoce, el monto aproximado del boleto es a según de cada quien, no cuesta lo mismo para todos... para algunos será mucho, para otros a penas un poco, tan poco que no duele pagarlo, pero... cuidado con perder el boleto por que no hay reembolso, ni reposiciones y no te venderán un boleto dos veces. La señora de la taquilla es algo especial...

Si mi amor, ésta es la estación de las circunstancias y este el tren de mi vida, quien sube a el sube por alguna razón... los caprichos no existen, todo pasa por algo...
Tu compraste tu boleto hace tiempo, recuerdas? No sabias si la señora de la taquilla te vendería el boleto o si podrías abordar el tren, no sabías a que hora o por que salida, por que puerta, en que sala de espera, si tenías que cargar maletas o si en este viaje no importaba cambiarse o no la ropa.

Se te vendió un boleto y abordaste, nadie dice que ha sido fácil, por que mi tren es como yo... como mi vida... un poco loco y travieso, a veces a medio camino se detiene en algún risco o barranca tan solo para llenar su vista y su corazón con la llovizna que se logra ver hasta el fondo, le gusta sentir la brisa en su máquina cuando va corriendo de prisa hacia otra estación y pasearse despacio por los pueblitos que le gustan y donde se siente casi, como en casa...

Ha sido un viaje largo, verdad cariño? Pero hemos tenido oportunidad de conocer muchos lugares juntos, los celos, la gracia, el amor, la ternura, el berrinche, la reconciliación... lugares por donde teníamos que pasar, por que así lo dice la bitácora del viaje... eran destinos forzosos.

 Ha sido un placer recorrer este camino contigo, lo sabes?

Tu sabes que tu libertad no esta coartada, no eres mi prisionero, mi tren te llevara hasta donde tu quieras... el día y en cualquier momento que desees puedes decender de el, sin ninguna pena o reproche, recuerda siempre que el verdadero amor, no ata, así que mi tren tiene los frenos bien puestos y dispuestos para cuando digas...

 –Aquí me bajo!!!

Te dejare en la estación que hayas escogido mientras por la ventana mi mano sacude un pañuelo blanco que tristemente secará mis lagrimas al marcharte y el señor que checa los boletos grita con fuerte voz...

–Váaamoonooos!!!!

lunes, 14 de noviembre de 2011

Eres tu el primero...

Que por que te amo? me preguntaste de forma inocente sin darte cuenta de todas las reacciones que desatas, no es solo el eco de tu voz que rebota en mi tímpano provocando una vibración que mi oído convierte en señal para que yo reaccione con un gesto que refleja mi incapacidad para expresarte en palabras, coherentes, tangibles, visibles, lo que yo quisiera responderte, es ese tono tan suave y deleitoso que has utilizado para decírmelo, así, como si no te dieras cuenta de que mis ojos se abren mas de lo normal o que mi corazón se agita por que comprende, siente, casi rasga y huele lo que recién le confirmas con tu pregunta.

Ahora se, que sabes que te amo...

Después de superar la reacción física que me causó tu pregunta y de sentir el calorcito que me invade el pecho que bien puedo calificar como euforia por que ahora se que sabes, que sabemos... mis pómulos se dibujan un poco mas... intentando vanamente disimular una sonrisa, una sonrisa virgen e ingenua de amor estrenado, reafirmado, palpado, masticado y tragado...

Rompiendo todas las leyes de la naturaleza, de la fuerza de atracción, de la física quántica, de la línea tiempo-espacio, tomo tu mano con la mía entrelazando mis dedos con los tuyos como tejiendo una pequeña cadena de eslabones gruesos... aunque tu cuerpo este a kilómetros de donde esta el mío, cierro los ojos y mis labios te humedecen el cuello, mis manos se confunden en el largo camino hacia tu pecho, donde se pierde la conciencia y la plena voluntad por que se le entregan al otro, donde dejas de ser tú y comienzas a ser yo, y yo siendo tan parte tuya como soy, me pierdo en tu espalda dibujando triángulos pequeñísimos de ocho lados…sin esquinas, donde se hunde uno en la carne hasta palpitar por dentro y por fuera, donde se queda uno sin voz... en ese lugar a donde solo se llega una vez con el alma limpia...

Siempre.... amor...

Con mucho cuidado me desprendiste de la enorme flor en la que habia nacido. Prometiste cuidarme y amarme para siempre. 

Dijiste que era tanta la ternura que mis ojos te provocaban, que procurarías jamás estar lejos. Me acercaste a ti y con tu boca pronunciaste:  “Que me parta un rayo si permito que alguien nos separe”.

Me guardaste entonces con sumo cuidado dentro del bolsillo de tu pantalón. Y dijiste que apartir de entonces iríamos juntos a todas partes.

 ¡Te mirabas tan contento!

Yo se que tu no sabias, que no te diste cuenta, que no es tu culpa...

Que el bolsillo tuviera un agujero.

Tu propio valor...

Él estaba con el rostro abatido, de pesar se reúne con su amiga en un bar a tomar un café.
Deprimido descargó en ella sus angustias...que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación...todo parecía estar mal en su vida.

Ella introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de $100 y le dijo:
- Quieres este billete ?
Él, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:
- Claro...son $100, quién no los querría ? 

Entonces ella tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde volvió a preguntarle:
- Y ahora igual lo quieres ?
- No sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo $100, claro que los tomaré si me lo entregas. 

Entonces ella desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.
- Lo sigues queriendo ?
- Mira, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de $100 y mientras no lo rompas conserva su valor...


- Entonces, (dijo ella) debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, SIGUES SIENDO TAN VALIOSO COMO SIEMPRE LO HAS SIDO... lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado. 





miércoles, 9 de noviembre de 2011

Con un poco de imaginación...

Alguna vez, en algún lugar, hace muchos años... un hombre fue injustamente acusado de asesinar a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona influyente. Al ser tan fuerte el pedido de justicia por aquella mujer de sus seres queridos, el asesino tuvo que encontrar la manera de culpar al hombre para encubrir su propio crimen.

El acusado fue llevado a juicio, conociendo que tendría poca oportunidad de escapar al veredicto: ¡LA HORCA!

El Juez, también cómplice, cuidó de que pareciera un juicio justo y le dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre devoto al Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles las palabras culpable e inocente. Escogerás uno de ellos y será la mano de tu Dios la que decida tu destino".

Por su puesto, el Juez corrupto, había preparado dos papeles con la misma leyenda: "CULPABLE". De lo que la pobre víctima se dio cuenta que era una trampa.

NO había escapatoria...

El Juez ordenó al hombre a tomar uno de los papeles doblados.

El hombre acorralado inspiró profundamente, permaneció en silencio durante algunos minutos... pensando... cuando la sala comenzó a impacientarse, abrió los ojos y levantó la cabeza, finalmente escogió! tomo uno de los papeles... y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados, los presentes comenzaron a reprocharle... "Pero, que hizo?... y ahora?... como vamos a saber el veredicto?..."

"Es tan sencillo, (respondió el acusado) es cuestión de leer el papel que queda y sabremos que decía el que yo escogí".



Si decidimos luchar por nosotros, no importa la situación, nunca dejemos de buscar la salida ni de luchar hasta el último momento...

domingo, 6 de noviembre de 2011

Miedo...

Cierra los ojos, y siente como el miedo se apodera en su interior. La tela de araña que teje por dentro penetrando el último rincón, el más recóndito escondite. Siente el miedo.

Está atrapada, no podrá escapar, el miedo es su peor enemigo, y el llanto mi aliado. Se búsca a si misma, muerde su alma, se desahóga hundiéndose en pedazos ante él. Está desarmada, sabe que vas a morir.

La sombra se había convertido en una presencia, la presencia en un aura material. El sin sentido de la vida y la muerte, la pérdida de la esperanza…

Bajo la venda que cubría sus párpados, cerró los ojos. Dejándose llevar. Relajó sus músculos agarrotados, desnudando su miedo al miedo, prestando su carne a las cuerdas que la apresaban.

Un dedo, frío como el hielo, cruzó su cara, erizándole el vello. Notó el aliento en su oído de un susurro, que le indicaba que se dejara llevar, todo estaba perdido.

Eres mía, matizaba aquel aliento, no puedes huir.

Pero mientras mantenía los ojos cerrados, una idea surgió en su cabeza, derrotar el miedo. Se armó de toda la fuerza de voluntad que quedaba en aquel resquicio de su interior, prendió de nuevo la llama, y uno a uno fue deshaciendo los nudos de aquella tela de araña, de aquel miedo.

No temas, se decía a sí misma, se fuerte, escucha tu voz, busca la luz que combatirá contra la oscuridad…

Mientras, el miedo seguía trazando nudos más fuertes, y aquellos dedos fríos continuaban erizando el vello al contacto con su piel, aquella piel que había sido cálida, y esperaba ahora fría y dura… la muerte.

Pero la fuerza continuaba creciendo, y con ella el impulso, la valentía, de llegar más allá, de zafarse del miedo de una vez por todas… Una gota de sudor frío cayó por su frente, apretó los párpados, los dientes, los músculos que aún respondían a sus órdenes. Y por fin, llegó al centro del miedo. Acariciándolo suavemente, ganando el control, ahuyentando poco a poco los resquicios que quedaban en su cuerpo. Y superó la oscuridad, mientras todo se desvanecía a su paso, ya no había manos frías, ni venda en sus ojos, aquella horrible sensación.

Se levantó, y encendió la luz al fondo del pasillo. Había controlado su miedo, ahora sólo quedaba descansar.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El elefante de circo...

Recuerdo que cuando era pequeña me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animales, especialmente el elefante. Durante la función el elefante hacía gala de su enorme tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de la actuación y hasta poco antes de volver al escenario, siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba a su pata.

Yo pensaba: "¿Cómo un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, no podía liberarse de esa pequeña estaca de madera y huir?"

Me preguntaba: "¿Qué lo sujeta entonces?" "¿Porqué no huye?" Hice entonces la pregunta obvia a mis mayores, y algunos me dijeron que era porque estaba amaestrado.

Entonces pregunté: "Si está amaestrado, ¿Porqué lo encadenan?"

Alguien, entonces, me dió la respuesta: "El elefante de circo no escapa porque ha estado atado a una estaca desde que era muy pequeño".

Imaginé al pequeño e indefenso elefante sujeto a la estaca tratando de soltarse. Lo imaginé agotado durmiendo y volviéndolo a intentar al día siguiente, hasta que un día terrible en su historia acepta su impotencia y resigna su destino.

El elefante enorme y poderoso que vemos en el circo "cree que no puede". Tiene grabado el recuerdo de su impotencia.

Y lo peor es que jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza...


Mis saludos a uds.

lunes, 31 de octubre de 2011

Ser masoquistas...

Existe una frase que de tanto oírla se ha vuelto trillada y, ahí es cuando corremos el peligro de no aprender de ella; estoy hablando de la frase que dice "lo que no te mata… te hace más fuerte" …en realidad esta frase es un principio bacteriológico… de ahí viene y, voy a desmenuzarla.

Cuando dejamos las cosas a media tenemos resultados medianos, que terminan cobrándonos cuentas muy caras en el futuro; por ej.: si dejamos un tratamiento a la mitad, lo que ocasionamos es que el malestar que teníamos cobre fuerzas o… el virus se vuelva inmune a la sustancia que lo estaba combatiendo, entonces comprendemos aquello de que, lo que no mato al virus, lo hizo más fuerte.

Si estamos tratando de aniquilar un virus o cualquier molestia del cuerpo… del alma… o incluso queriendo bajar de peso, pero no terminamos el tratamiento, es decir, no cumplimos como sabemos que se debe, suscitamos lo que conocemos como un rebote… o una recaída y, estamos evitando el éxito, estamos siendo unos masoquistas… y esa actitud lo único que crea es una bomba de tiempo, porque ese perjuicio… ese dolor… esa angustia… finalmente reaparecerá y con más fuerza.

Si no aprendemos a decir adiós a las penas que tenemos… se irán haciendo ¡más y más grandes!

Vamos a darle otro enfoque… si de repente nos estamos enojando otra vez por cualquier cosa… si nos estamos enfermando constantemente… si estamos nuevamente muy irritables o tristes como hace tiempo, es muy probablemente que no sea la situación actual… sino que sea la suma de situaciones pasadas, de las que no nos curamos completamente; es decir, dejamos el tratamiento a medias y, lo estamos proyectando con mas fuerza en el presente… si no atendemos esa situación hasta erradicarla, estamos siendo unos masoquistas y…


El masoquismo no es aprender con golpes es… agacharse y disfrutar a fuerza de ellos.





Mis saludos a uds.






miércoles, 26 de octubre de 2011

Conservar el dolor...

Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado un dolor que al no atenderlo oportunamente se ha convertido en un sufrimiento profundo, situaciones que llegan a los extremos, y que dejan tal huella en nosotros que si tocamos fondo con ellas, nos llevan a replantearnos la vida que tenemos.

Ello comienza ciertamente con un dolor, una punción… un punto incomodo en el cuerpo o en el "corazón" que demanda atención, que tiene una necesidad muy específica, que solo si la escuchamos sensiblemente, conseguimos erradicarla y… de lo contrario será un dolor que aparecerá y reaparecerá cada vez con más fuerza, donde dejará de ser una necesidad no cubierta, para convertirse en una carencia.
Notemos sino, como una alteración sencilla degenera en un gran conflicto… ¿por qué? …pues porque el hombre es esa especie extraña y absurda, que si experimenta un dolor, busca evadirlo, en vez de enfrentarlo o cuestionarlo, porque, por ej, recurrimos inmediatamente a los medicamentos sin antes ir al medico?… para no sentir dolor, para que esa pastilla lo calme.. y no recurrir a quien sabe para curarnos… retorcemos las señales del cuerpo; pero no estaría tan mal, si nos tomáramos una pastilla mientras tomamos también medidas paralelas para recuperarnos, para regenerarnos.

Pero lo que solemos hacer es evadir y ¡punto! …y no solo evadimos con pastillas; evadimos problemas familiares con viajes, con trabajo excesivo, con encuentros sexuales intrascendentes, con alcohol, con televisión… o… con horas de Internet infinitas, con compras compulsivas, comidas compulsivas, ejercicio exagerado o… de plano anulamos la actividad física, etcétera… puros excesos, con los que evadimos nuestros dolores, las señales de alerta que manda el cuerpo y, así nos convertimos en los creadores de nuestro propio sufrimiento, de nuestra propia desgracia.

Volvemos a las necesidades, carencias y al dolor, sufrimiento; podríamos volvernos mas prácticos y alivianarnos escuchándonos sensitivamente.

Conviene recordar que un dolor es una alteración que necesita ser atendida y no evadida, que el trabajo compulsivo o la comida, bebida, compras compulsivas... los excesos en sí, son síntomas claros de necesidades que degeneraron en carencias y, que también necesitan ser atendidas; porque el sufrimiento nos esta persiguiendo y ¡consumiendo!


Dicen por alli que: “El dolor es un hecho inevitable, el sufrimiento es opcional”


Mis saludos a Uds.

lunes, 17 de octubre de 2011

Jugamos?

Ayer fue un día de recordar... de hacer balances.. y te tomar decisiones. Día de las madres, de sangre y del corazón. Día en que aparecieron personas importantes en la vida de uno trayendo consigo situaciones pasadas que me han enseñado a crecer, a reconocer las oportunidades y a aprovecharlas. A verle el lado bueno a lo oscuro, a extrañar ser más pequeña... en donde aprender, era menos doloroso... tomando la vida como un juego... Como un juego de damas chinas... Lo conoces?

Pongamoslo asi: si uno se enfoca sobre las reglas de ese juego, da en el blanco con ciertos aspectos de la vida… digamos que son "leyes que secretamente" se esconden tras las reglas del juego.


Veamos sino las reglas del juego...


Primera regla:
 "Nunca puedes avanzar dos casilleros de una sola vez” (Paciencia)

Segunda:
“A veces tienes que sacrificar una pieza para ganar dos”

Tercera:
“Solo puedes avanzar… nunca retroceder”

Y cuarta: “Cuando has llegado hasta arriba… puedes moverte hacia donde quieras… hacia donde se te de la gana!”

La vida es claramente un constante juego de damas chinas… soltar una cosa, para obtener otra… el tema es avanzar y nunca retroceder… los ciclos se acaban, como se acaban los años… lo que hicimos ya no lo podemos deshacer y, lo importante es aprender del pasado, para aprender a jugar mejor en el presente, y en el futuro movernos con mayor libertad…

Cuando uno se da cuenta que esto es un juego, que además es un juego que termina y… luego vuelve a comenzar, uno aprende a divertirse más… y por ende… a jugar mejor.



Mis saludos a Uds.

jueves, 13 de octubre de 2011

El que se enoja... pierde!

Como quien dice... el que se enoja ¡ya cayó en la trampa! … el enojo es una deformación de nuestro carácter… es la pestilencia tomando el control de nuestra vida… es generalmente producto de un miedo… una fragilidad interna que intentamos proteger inútilmente con histeria; cometemos errores graves… por dejar que las emociones se nos suban a la cabeza… lo permitimos porque estamos saturados y… hemos llegado a ese extremo porque no nos tomamos un tiempo para balancearlos… para revisarnos… y para erradicarlo.

El enojo apela a la irracionalidad… nos ciega… nos da una oscura impresión del panorama… es decir, es como ir manejando con un parabrisas empañado… el peligro es inminente… si estamos enojados, estamos jugando un papel muy extravagante y muy peligroso, en el que estamos perdiendo tiempo… oportunidades... y visión.

El enojo aparenta ser una respuesta desaprobatoria de algo que sucede en un momento determinado, pero en realidad es una necesidad no satisfecha de fondo… un dolor interno… un miedo que encuentra su salida injustificadamente a la menor provocación.

Generalmente este tipo de molestias, tienen su origen en una ofensa… un rechazo… o algún insulto que recibimos en cierto momento y… que ahora le permitimos que nos acompañe a todas partes… nos hemos identificado tanto con tal suceso… que andamos cuidándolo como si fuera un hijo predilecto, y por el que descuidamos todo lo que realmente vale.

Sin duda esto marca una imperiosa necesidad de afecto… al que curiosamente nos resistimos… porque ya hemos desarrollado una predisposición al rechazo… al desprecio… ¿Será que nos sentimos dignos de las ofensas?




Mis saludos a uds.

miércoles, 12 de octubre de 2011

1ª Página... Presentación...


Escribir este libro de páginas en blanco, en donde a diario tenemos la posibilidad de sacarle provecho. Tengo un pasado escrito (como todos) que pide a gritos que recupere hojas perdidas de ese antes que no se puede corregir pero se puede aprender. Páginas amarillas en donde podemos encontrar nuestra historia, recuerdos bellos de tiempos gratos o páginas que quisiéramos arrancar para siempre, pero es nuestro, y… todo sirve… para seguir escribiendo nuevas historias…

Todos tenemos un motivo por el cual escribimos aquí, si tuviera que explicar el mío sería algo como… recuperar recuerdos que dejé guardados en algún viejo cajón, renovarme a la vez con antiguos pensamientos, permitirle a mi memoria que continúe ayudándome en la toma de elecciones de mis direcciones, y no permitirme olvidar porque hago lo que hago, escribo lo que escribo y busco leer… lo que los demás tengan para exponer…

Quien le escribe… no se considera una maestra sino una aprendiz, persona simple y abierta que procura utilizar este blog como una especie de libreta para reorganizar sus pensamientos y recordar un par de porque’s… lo demás no es considerado importante…

Algo breve para comenzar... 

Un maestro oriental que vio cómo un escorpión se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el bicho le picó.
Por la reacción al dolor, el maestro soltó al animal, que cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro de nuevo intentó sacarlo y otra vez el bicho le volvió a picar.


Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:


- Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que usted intenta sacarlo del agua lo picará?


- La naturaleza del escorpión es picar, y eso no la va a cambiar la mía, que es ayudar -respondió el maestro.


Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.


Que la conducta de las otras personas jamás condicione la tuya. No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones.


Mis saludos a uds...