miércoles, 26 de octubre de 2011

Conservar el dolor...

Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado un dolor que al no atenderlo oportunamente se ha convertido en un sufrimiento profundo, situaciones que llegan a los extremos, y que dejan tal huella en nosotros que si tocamos fondo con ellas, nos llevan a replantearnos la vida que tenemos.

Ello comienza ciertamente con un dolor, una punción… un punto incomodo en el cuerpo o en el "corazón" que demanda atención, que tiene una necesidad muy específica, que solo si la escuchamos sensiblemente, conseguimos erradicarla y… de lo contrario será un dolor que aparecerá y reaparecerá cada vez con más fuerza, donde dejará de ser una necesidad no cubierta, para convertirse en una carencia.
Notemos sino, como una alteración sencilla degenera en un gran conflicto… ¿por qué? …pues porque el hombre es esa especie extraña y absurda, que si experimenta un dolor, busca evadirlo, en vez de enfrentarlo o cuestionarlo, porque, por ej, recurrimos inmediatamente a los medicamentos sin antes ir al medico?… para no sentir dolor, para que esa pastilla lo calme.. y no recurrir a quien sabe para curarnos… retorcemos las señales del cuerpo; pero no estaría tan mal, si nos tomáramos una pastilla mientras tomamos también medidas paralelas para recuperarnos, para regenerarnos.

Pero lo que solemos hacer es evadir y ¡punto! …y no solo evadimos con pastillas; evadimos problemas familiares con viajes, con trabajo excesivo, con encuentros sexuales intrascendentes, con alcohol, con televisión… o… con horas de Internet infinitas, con compras compulsivas, comidas compulsivas, ejercicio exagerado o… de plano anulamos la actividad física, etcétera… puros excesos, con los que evadimos nuestros dolores, las señales de alerta que manda el cuerpo y, así nos convertimos en los creadores de nuestro propio sufrimiento, de nuestra propia desgracia.

Volvemos a las necesidades, carencias y al dolor, sufrimiento; podríamos volvernos mas prácticos y alivianarnos escuchándonos sensitivamente.

Conviene recordar que un dolor es una alteración que necesita ser atendida y no evadida, que el trabajo compulsivo o la comida, bebida, compras compulsivas... los excesos en sí, son síntomas claros de necesidades que degeneraron en carencias y, que también necesitan ser atendidas; porque el sufrimiento nos esta persiguiendo y ¡consumiendo!


Dicen por alli que: “El dolor es un hecho inevitable, el sufrimiento es opcional”


Mis saludos a Uds.

2 comentarios:

  1. La verdad es que el ser humano es una especie muy complicada...En lo referente a que el sufrimiento es opcional... permitame que discrepe con ud.A veces ese sufrimiento te vienen sin buscarlo.Un saludo.

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  2. A.L. Lo que es opcional es no hacer nada para acabar con ese sufrimiento... es decir... mantenerlo.

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