El acusado fue llevado a juicio, conociendo que tendría poca oportunidad de escapar al veredicto: ¡LA HORCA!
El Juez, también cómplice, cuidó de que pareciera un juicio justo y le dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre devoto al Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles las palabras culpable e inocente. Escogerás uno de ellos y será la mano de tu Dios la que decida tu destino".
Por su puesto, el Juez corrupto, había preparado dos papeles con la misma leyenda: "CULPABLE". De lo que la pobre víctima se dio cuenta que era una trampa.
NO había escapatoria...
El Juez ordenó al hombre a tomar uno de los papeles doblados.
El hombre acorralado inspiró profundamente, permaneció en silencio durante algunos minutos... pensando... cuando la sala comenzó a impacientarse, abrió los ojos y levantó la cabeza, finalmente escogió! tomo uno de los papeles... y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.
Sorprendidos e indignados, los presentes comenzaron a reprocharle... "Pero, que hizo?... y ahora?... como vamos a saber el veredicto?..."
"Es tan sencillo, (respondió el acusado) es cuestión de leer el papel que queda y sabremos que decía el que yo escogí".
Si decidimos luchar por nosotros, no importa la situación, nunca dejemos de buscar la salida ni de luchar hasta el último momento...
Muy bueno de verdad.
ResponderEliminarUna sugerencia..el estilo de letra que tienes hace muy difícil leer con fluidez,cansa la vista...al menos a mi.Saludos.