Que los colores nos afectan psicológicamente y nos producen ciertas sensaciones es una realidad. Cada color ejerce sobre la persona que lo observa una llamada de atención, expresando un significado o comunicando una idea. Los colores, frecuentemente, están asociados con estados de ánimo o emociones.
A todos nos impresiona el color, que está relacionado con la emotividad. Cuanto más emocional sea una persona más sensible será al color.
Los colores se relacionan con la naturaleza y tienen significado.
El amarillo es el color del Sol y tiene un significado radiante y estimulante. El rojo se vincula con el fuego y la pasión y sugiere calor y excitación. El azul, que es el color del mar, representa serenidad, tranquilidad y también frialdad. El verde, que se manifiesta en toda la naturaleza es frescura y proporciona paz interior. El naranja que tiene la mezcla del amarillo y rojo es la iluminación. El violeta simboliza humildad, sabiduría, espiritualidad, madurez y también soledad y melancolía. El blanco es la pureza, la verdad, la perfección. El negro representa la tristeza, los presagios y los duelos y el gris es neutro y nostálgico.
Los colores también son percibidos por los ciegos, supuestamente por posibles células receptoras de la piel que registran las vibraciones de las longitudes de onda de la luz.
Los colores siempre fueron utilizados por casi todas las culturas para realizar sus rituales y como una forma de distinción de jerarquías entre los individuos, estando presentes en su maquillaje, su vestimenta y en sus iconos.
El color de la vestimenta revela características de personalidad, las personas extrovertidas tienden a usar colores llamativos y las introvertidas colores más neutros.
Todos percibimos una reacción física ante la sensación que produce un color. Los ambientes con paredes pintadas con colores fuertes, como el rojo, dan calor, son excitantes y pocos propicios para conciliar el sueño, mientras que paredes azules y claras tranquilizan y refrescan.
En la naturaleza predominan los colores tranquilos como el verde, el amarillo y el azul y los colores más excitantes aparecen en proporción menor como pinceladas.
La forma de combinar los colores expresan sentido estético, armonía y belleza y el arte revela esa habilidad, que se puede adquirir con la práctica pero que esencialmente es una aptitud innata.
La publicidad también utiliza los colores para atraer la atención de los consumidores, no solamente en los anuncios sino también en los envases de los productos que sugieren un contenido fresco y en óptimas condiciones.
"El color es en general un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El ojo es el martillo templador. El alma es un piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace vibrar el alma humana." Wasily Kandinsky.
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