lunes, 31 de octubre de 2011

Ser masoquistas...

Existe una frase que de tanto oírla se ha vuelto trillada y, ahí es cuando corremos el peligro de no aprender de ella; estoy hablando de la frase que dice "lo que no te mata… te hace más fuerte" …en realidad esta frase es un principio bacteriológico… de ahí viene y, voy a desmenuzarla.

Cuando dejamos las cosas a media tenemos resultados medianos, que terminan cobrándonos cuentas muy caras en el futuro; por ej.: si dejamos un tratamiento a la mitad, lo que ocasionamos es que el malestar que teníamos cobre fuerzas o… el virus se vuelva inmune a la sustancia que lo estaba combatiendo, entonces comprendemos aquello de que, lo que no mato al virus, lo hizo más fuerte.

Si estamos tratando de aniquilar un virus o cualquier molestia del cuerpo… del alma… o incluso queriendo bajar de peso, pero no terminamos el tratamiento, es decir, no cumplimos como sabemos que se debe, suscitamos lo que conocemos como un rebote… o una recaída y, estamos evitando el éxito, estamos siendo unos masoquistas… y esa actitud lo único que crea es una bomba de tiempo, porque ese perjuicio… ese dolor… esa angustia… finalmente reaparecerá y con más fuerza.

Si no aprendemos a decir adiós a las penas que tenemos… se irán haciendo ¡más y más grandes!

Vamos a darle otro enfoque… si de repente nos estamos enojando otra vez por cualquier cosa… si nos estamos enfermando constantemente… si estamos nuevamente muy irritables o tristes como hace tiempo, es muy probablemente que no sea la situación actual… sino que sea la suma de situaciones pasadas, de las que no nos curamos completamente; es decir, dejamos el tratamiento a medias y, lo estamos proyectando con mas fuerza en el presente… si no atendemos esa situación hasta erradicarla, estamos siendo unos masoquistas y…


El masoquismo no es aprender con golpes es… agacharse y disfrutar a fuerza de ellos.





Mis saludos a uds.






miércoles, 26 de octubre de 2011

Conservar el dolor...

Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado un dolor que al no atenderlo oportunamente se ha convertido en un sufrimiento profundo, situaciones que llegan a los extremos, y que dejan tal huella en nosotros que si tocamos fondo con ellas, nos llevan a replantearnos la vida que tenemos.

Ello comienza ciertamente con un dolor, una punción… un punto incomodo en el cuerpo o en el "corazón" que demanda atención, que tiene una necesidad muy específica, que solo si la escuchamos sensiblemente, conseguimos erradicarla y… de lo contrario será un dolor que aparecerá y reaparecerá cada vez con más fuerza, donde dejará de ser una necesidad no cubierta, para convertirse en una carencia.
Notemos sino, como una alteración sencilla degenera en un gran conflicto… ¿por qué? …pues porque el hombre es esa especie extraña y absurda, que si experimenta un dolor, busca evadirlo, en vez de enfrentarlo o cuestionarlo, porque, por ej, recurrimos inmediatamente a los medicamentos sin antes ir al medico?… para no sentir dolor, para que esa pastilla lo calme.. y no recurrir a quien sabe para curarnos… retorcemos las señales del cuerpo; pero no estaría tan mal, si nos tomáramos una pastilla mientras tomamos también medidas paralelas para recuperarnos, para regenerarnos.

Pero lo que solemos hacer es evadir y ¡punto! …y no solo evadimos con pastillas; evadimos problemas familiares con viajes, con trabajo excesivo, con encuentros sexuales intrascendentes, con alcohol, con televisión… o… con horas de Internet infinitas, con compras compulsivas, comidas compulsivas, ejercicio exagerado o… de plano anulamos la actividad física, etcétera… puros excesos, con los que evadimos nuestros dolores, las señales de alerta que manda el cuerpo y, así nos convertimos en los creadores de nuestro propio sufrimiento, de nuestra propia desgracia.

Volvemos a las necesidades, carencias y al dolor, sufrimiento; podríamos volvernos mas prácticos y alivianarnos escuchándonos sensitivamente.

Conviene recordar que un dolor es una alteración que necesita ser atendida y no evadida, que el trabajo compulsivo o la comida, bebida, compras compulsivas... los excesos en sí, son síntomas claros de necesidades que degeneraron en carencias y, que también necesitan ser atendidas; porque el sufrimiento nos esta persiguiendo y ¡consumiendo!


Dicen por alli que: “El dolor es un hecho inevitable, el sufrimiento es opcional”


Mis saludos a Uds.

lunes, 17 de octubre de 2011

Jugamos?

Ayer fue un día de recordar... de hacer balances.. y te tomar decisiones. Día de las madres, de sangre y del corazón. Día en que aparecieron personas importantes en la vida de uno trayendo consigo situaciones pasadas que me han enseñado a crecer, a reconocer las oportunidades y a aprovecharlas. A verle el lado bueno a lo oscuro, a extrañar ser más pequeña... en donde aprender, era menos doloroso... tomando la vida como un juego... Como un juego de damas chinas... Lo conoces?

Pongamoslo asi: si uno se enfoca sobre las reglas de ese juego, da en el blanco con ciertos aspectos de la vida… digamos que son "leyes que secretamente" se esconden tras las reglas del juego.


Veamos sino las reglas del juego...


Primera regla:
 "Nunca puedes avanzar dos casilleros de una sola vez” (Paciencia)

Segunda:
“A veces tienes que sacrificar una pieza para ganar dos”

Tercera:
“Solo puedes avanzar… nunca retroceder”

Y cuarta: “Cuando has llegado hasta arriba… puedes moverte hacia donde quieras… hacia donde se te de la gana!”

La vida es claramente un constante juego de damas chinas… soltar una cosa, para obtener otra… el tema es avanzar y nunca retroceder… los ciclos se acaban, como se acaban los años… lo que hicimos ya no lo podemos deshacer y, lo importante es aprender del pasado, para aprender a jugar mejor en el presente, y en el futuro movernos con mayor libertad…

Cuando uno se da cuenta que esto es un juego, que además es un juego que termina y… luego vuelve a comenzar, uno aprende a divertirse más… y por ende… a jugar mejor.



Mis saludos a Uds.

jueves, 13 de octubre de 2011

El que se enoja... pierde!

Como quien dice... el que se enoja ¡ya cayó en la trampa! … el enojo es una deformación de nuestro carácter… es la pestilencia tomando el control de nuestra vida… es generalmente producto de un miedo… una fragilidad interna que intentamos proteger inútilmente con histeria; cometemos errores graves… por dejar que las emociones se nos suban a la cabeza… lo permitimos porque estamos saturados y… hemos llegado a ese extremo porque no nos tomamos un tiempo para balancearlos… para revisarnos… y para erradicarlo.

El enojo apela a la irracionalidad… nos ciega… nos da una oscura impresión del panorama… es decir, es como ir manejando con un parabrisas empañado… el peligro es inminente… si estamos enojados, estamos jugando un papel muy extravagante y muy peligroso, en el que estamos perdiendo tiempo… oportunidades... y visión.

El enojo aparenta ser una respuesta desaprobatoria de algo que sucede en un momento determinado, pero en realidad es una necesidad no satisfecha de fondo… un dolor interno… un miedo que encuentra su salida injustificadamente a la menor provocación.

Generalmente este tipo de molestias, tienen su origen en una ofensa… un rechazo… o algún insulto que recibimos en cierto momento y… que ahora le permitimos que nos acompañe a todas partes… nos hemos identificado tanto con tal suceso… que andamos cuidándolo como si fuera un hijo predilecto, y por el que descuidamos todo lo que realmente vale.

Sin duda esto marca una imperiosa necesidad de afecto… al que curiosamente nos resistimos… porque ya hemos desarrollado una predisposición al rechazo… al desprecio… ¿Será que nos sentimos dignos de las ofensas?




Mis saludos a uds.

miércoles, 12 de octubre de 2011

1ª Página... Presentación...


Escribir este libro de páginas en blanco, en donde a diario tenemos la posibilidad de sacarle provecho. Tengo un pasado escrito (como todos) que pide a gritos que recupere hojas perdidas de ese antes que no se puede corregir pero se puede aprender. Páginas amarillas en donde podemos encontrar nuestra historia, recuerdos bellos de tiempos gratos o páginas que quisiéramos arrancar para siempre, pero es nuestro, y… todo sirve… para seguir escribiendo nuevas historias…

Todos tenemos un motivo por el cual escribimos aquí, si tuviera que explicar el mío sería algo como… recuperar recuerdos que dejé guardados en algún viejo cajón, renovarme a la vez con antiguos pensamientos, permitirle a mi memoria que continúe ayudándome en la toma de elecciones de mis direcciones, y no permitirme olvidar porque hago lo que hago, escribo lo que escribo y busco leer… lo que los demás tengan para exponer…

Quien le escribe… no se considera una maestra sino una aprendiz, persona simple y abierta que procura utilizar este blog como una especie de libreta para reorganizar sus pensamientos y recordar un par de porque’s… lo demás no es considerado importante…

Algo breve para comenzar... 

Un maestro oriental que vio cómo un escorpión se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el bicho le picó.
Por la reacción al dolor, el maestro soltó al animal, que cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro de nuevo intentó sacarlo y otra vez el bicho le volvió a picar.


Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:


- Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que usted intenta sacarlo del agua lo picará?


- La naturaleza del escorpión es picar, y eso no la va a cambiar la mía, que es ayudar -respondió el maestro.


Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.


Que la conducta de las otras personas jamás condicione la tuya. No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones.


Mis saludos a uds...