martes, 26 de junio de 2012

Las trece cualidades de una mujer sabia...

La mujer que lee las trece cualidades y le divierte advertir que se identifica con ellas, con la idea de ser o convertirse en una anciana, y lo ve bajo un prisma positivo, es una mujer sabia. La mujer que ve en alguna o en varias de estas cualidades lo que desea desarrollar en sí misma y encuentra la fuerza para realizarlo en estas palabras, es una mujer que evoluciona.


Las ancianas no se quejan.


Las ancianas son atrevidas.



Las ancianas tienen mano para las plantas.


Las ancianas confían en los presentimientos.


Las ancianas meditan a su manera.



Las ancianas defienden con fiereza lo que más les importa. 


Las ancianas deciden su camino con el corazón. 

Las ancianas dicen la verdad con compasión.


Las ancianas escuchan su cuerpo.



Las ancianas improvisan.



Las ancianas no imploran.



Las ancianas se ríen juntas.



Las ancianas saborean lo positivo de la vida.







La vida es el material con el que todas debemos trabajar. Hasta que este período no haya concluido, todas seguimos estando "en el proceso", involucradas en una historia inacabada. Lo que hacemos con la vida es nuestra opera magna o gran obra de creatividad personal. Si adoptamos el punto de vista de una anciana, nos veremos a nosotras mismas y veremos a los demás desde el ámbito del alma en lugar de desde el ego. Envejecer bien es un objetivo que vale la pena desear.


De: Las Brujas no se quejan. Jean Shinoda Bolen.



viernes, 8 de junio de 2012

Leyes gatunas...

Ley de la inercia gatuna.
Un gato en reposo seguirá en reposo hasta que sea movido por alguna fuerza exterior, algo así como el ruido de la apertura de una lata de comida para gatos.

Ley del movimiento gatuno.
Un gato siempre se moverá en línea recta a no ser que tenga una muy buena razón para cambiar de dirección, como por ejemplo la apertura de una lata de comida para gatos.

Ley del magnetismo gatuno.
Los abrigos, las americanas y los jerséis atraen el pelo de gato en proporción directa a la oscuridad de la pieza.

Ley de la termodinámica gatuna.
El calor se transfiere de un cuerpo caliente a uno frío excepto en el caso del gato, en el que cualquier tipo de calor se transfiere al gato.

Ley de estiramiento gatuno.
Un gato siempre se estirara en una longitud directamente proporcional a la duración de la siesta hecha.

Ley del dormimiento gatuno.
Todo gato intentará dormir con humanos siempre que sea posible, y en una posición que sea lo más incomoda posible para estos.

Ley de la elongación gatuna.
Un gato puede alargar su cuerpo lo suficiente para alcanzar cualquier sitio que contenga alguna cosa mínimamente interesante para él.

Ley de la aceleración gatuna.
Un gato acelerará su velocidad constantemente hasta que le parezca bien y se pare.

Ley de servicio de mesa.
El gato será servido de todas las cosas buenas que hay en la mesa a la hora de cualquier comida.

Ley de la configuración de las alfombritas.
Ninguna alfombrita permanecerá en su estado plano natural demasiado tiempo.

Ley de la resistencia gatuna a la obediencia.
La resistencia de un gato varia en proporción directa al deseo humano de que haga algo concreto.

Primera ley de la conservación de la energía.
Dado que los gatos saben que la energía ni se crea ni se destruye, usan la menor cantidad de energía posible.

Segunda ley de la conservación de la energía.
Los gatos saben asimismo que la energía sólo puede almacenarse haciendo muchas siestas.

Ley de la observación del refrigerador.
Si un gato observa detenidamente un refrigerador durante tiempo suficiente, conseguirá que alguien venga y le de algo bueno de comer.

Ley de atracción de la manta eléctrica.
Enchufando la manta eléctrica se conseguirá que el gato suba a la cama a la velocidad de la luz.

Ley de la búsqueda aleatoria de confort.
Un gato siempre buscará, y normalmente encontrará, el lugar más confortable de una habitación dada.

Ley de la ocupación de la bolsa / caja.
Toda caja o bolsa dejada en una habitación, será ocupada por un gato en el primer momento posible.

Ley del desconcierto gatuno.
La irritación de un gato crece en proporción directa al desconcierto que le proporciona la risa humana.

Ley de consumo lácteo.
Aunque este harto, un gato siempre podrá beber su peso en leche sólo para demostrarte que puede hacerlo.

Ley de las fundas.
El deseo de un gato de arañar cualquier sofá es directamente proporcional al valor de este.





"Se le reprocha al gato su gusto por estar a sus anchas y por los muebles más mullidos, igual que los hombres. De acechar a los enemigos más débiles para comérselos, igual que los hombres. De ser reacio a todas las obligaciones, igual que los hombres una vez más. " Jean Baptiste Say.