"Cuando sabemos quienes son los dioses, éstos pueden decirnos más sobre nosotros mismos. En algunos de ellos podemos ver reflejos nuestros, puesto que proyectan la grandeza, el sentido y las limitaciones de los arquetipos que encarnamos. Otros dioses actúan sobre nuestra memoria y recordamos que una vez les conocimos. En otro dios podemos ver el rostro del dios que rechazamos, ese arquetipo que teníamos que nos hiciera inaceptables."
ZEUS, DIOS DEL CIELO: EL REINO DE LA VOLUNTAD Y DEL PODER.
Padre por excelencia, una deidad creadora y punitiva que castiga cuando le desobedecen. Domina la voluntad de control, la razón y la decisión por encima de las demás cualidades. Un líder nato. Cuando un hombre se ve dominado por este arquetipo siente la necesidad vital de establecer su reino. Buscara una casa y una familia con ese fin. Sin embrago, mientras el tendrá todas la aventuras que quiera, su esposa deberá permanecer fiel. Con las mujeres es un conquistador que se permite ciertos privilegios. Para que el hombre Zeus pueda prevalecer, tendrá que desarrollar otros arquetipos, como los que encarna Poseidón, el dios de las emociones, que le ayudara a sentir y a apasionarse; un Hades, el señor del inconsciente, para ser mas espiritual y menos materialista; o un Dionisos, que le permitirá disfrutar mas de la vida con los sentidos, introduciendo en ellos una dimensión lúdica. Sin embargo, para un hombre Zeus esto es muy difícil, ya que tiende a creerse superior a los demás. Solo una crisis importante podrá llevarle a desarrollar otros arquetipos.
POSEIDÓN, DIOS DEL MAR: EL REINO DE LA EMOCIÓN Y DEL INSTINTO.
Emociones reprimidas. Inestable, voluptuoso, violento y rencoroso. Estos hombres pragmáticos y controladores reprimen sus emociones, las enjaulan y cierran bajo llave. Pero finalmente, en un acto de dolor o de rabia, acaba saliendo a la luz el colérico Poseidón. Sin embargo, este arquetipo es también por el que se puede contactar con un mundo psicológico de gran profundidad y belleza. Bajo este aspecto se expresa con frecuencia el escritor, el músico o el artista. Poseidón es la pasión desprovista de razón y por ello el hombre que vive bajo su influencia suele adaptarse muy mal a la cultura de Zeus, aunque ambos se necesiten y complementen. Sexualmente es un semental. Su deseo es inminente y se lanza sin tener en cuenta lo que alberga el corazón de su pareja. Sin embargo, es muy capaz de enamorarse, pues el motor de su vida es siempre la pasión. Ciclón de pasiones desmedidas. Para crecer y ser feliz a de estabilizarse, pues de lo contrario caerá en el caos.
HADES, DIOS DEL MUNDO SUBTERRÁNEO: EL REINO DE LOS ESPÍRITUS Y DEL INCONSCIENTE.
Dios del inconsciente, tanto individual como colectivo. Quienes se identifican con esta deidad descendiendo a su mundo no lo hacen de manera voluntaria. Una depresión, una enfermedad o una experiencia traumática pueden ser los detonantes. El mundo subterráneo supone un proceso de crecimiento, como puede serlo una terapia psicológica. De hecho, los terapeutas son los que mas se identifican con este perfil.
Solitarios e introvertidos, disfrutan con las riquezas de su mundo interior. Como seres espirituales, saben alcanzar la plenitud conectando con ellos mismos. Propensos a las ciencias paranormales, a interpretar mancias, a guiarse por los sueños....Pero el exceso de soledad y subjetividad les puede conducir a distorsionar la realidad y a caer en la locura.
APOLO, DIOS DEL SOL: AEQUERO, JUSTICIERO, HIJO PREDILECTO.
Ve con claridad en la lejanía y alcanza las metas que se propone a largo plazo. Busca definiciones claras, valora el orden y la armonía y se deja llevar por la apariencia de las cosas sin profundizar. Eminentemente práctico, mental antes que sentimental y con una voluntad de hierro. Naturaleza competitiva y se sentirá atraído por mujeres bellas, profesionalmente competentes e independientes. Distancia emocional y falta de comunicación intima. Al ser tan mentales pueden resultar superficiales y fríos, axial como egocéntricos y narcisistas. Con los hijos actúan de forma justa y razonable, pero ausente. No son grandes amantes, pues les falta sensualidad y pasión. Como maridos, se centran demasiado en el trabajo, haciendo que sus matrimonios fracasen.
DIOS MENSAJERO: DE LAS FRONTERAS Y VIAJEROS QUE LAS CRUZAN.
Profundiza en las riquezas del inconsciente y sabe transmitirlas. Periodistas, escritores y aventureros son sus mejores representantes. Elocuentes, embaucadores, mentalmente brillantes y sobre todo, enormemente inquietos tanto física como espiritualmente. El mundo se les queda pequeño y a menudo desearán recorrerlo. Para ellos las mujeres forman parte de los viajes: un área de la cultura que es necesario conocer y contestar. Enamoran por su labia, por que las invitan a soñar. Pero el compromiso les asusta y la posibilidad de atarse a otra persona los impulsa a huir del mismo modo inesperado que aparecieron. También presentan una personalidad creativa, solidaria y amistosa. Se les asocia a la alquimia porque buscan experiencias transformadoras. Sin embargo, a veces resultan irresponsables, inestables y dispersos. Su mujer ideal es una Afrodita, creativa, sensual, que les lleva a profundizar en su vida emocional y les hace gozar de la sexualidad.
ARES, DIOS DE LA GUERRA: PERSONIFICACIÓN DE LA FUERZA BRUTA Y LA VIOLENCIA.
Modelo del poder físico masculino, de la intensidad y la acción inmediata. Apasionado y vitalista, vive el presente sin preocuparse de nada más. En contacto con su cuerpo y sus sentimientos y vive alejado del mundo de las ideas. Representa la capacidad de combatir, de luchar por una pasión o creencia. Amante por naturaleza. Las relaciones intimas son para el un arte, y a diferencia de otros arquetipos, en la cama convierte a la mujer en su igual. Nunca viola ni atropella, el ama y se entrega. Representa el culto al cuerpo, axial que no es raro que los Ares resulten grandes deportistas y bailarines. Leales, valientes, terrenales y enérgicos, encarnan a los soldados, militares y a los deportistas. Como padres pueden ser muy protectores, estarán en todos los momentos importantes de la vida de sus hijos. Impulsivos. Cuando les provocan responden con agresividad.
HEFESTO, DIOS DEL FUEGO Y LA FORJA: DE LOS HERREROS Y ARTESANOS.
Profunda necesidad humana de crear belleza. Solitario e introvertido, el hombre que conecta con esta deidad pasara horas en su taller absorto en su arte. Solo sabe crear, no vender, negociar o administrar. La falta de éxito le conduce a una baja autoestima y a una profunda frustración y desazón interna que a través de su creatividad, a veces convierte en armonía y obras de arte. Si un hombre Hefesto encuentra a su Afrodita, la amara siempre y le será fiel toda su vida. Demasiado subjetivo, poco comunicativo y esta siempre absorto en su trabajo. Para una mujer Afrodita un matrimonio con Hefesto puede representar mucha soledad y lo más probable es que acabe igual que en el mito: teniendo aventuras mientras su marido trabaja.
DIONISOS, DIOS DEL VINO: INSPIRADOR DE LA LOCURA RITUAL Y DEL ÉXTASIS.
Soñador, sensual, éxtasis sexual y místico. Es el prototipo de personalidad intensa y emotiva, que sabe disfrutar de la vida conectando su cuerpo con su espíritu. El baile, la música, el vino y el sexo son caminos para entrar en trance. Eterno adolescente, lo que se traduce en hombres lúdicos, pero también irresponsables. Dicha faceta infantil les hacen buscar mujeres maternales. Aunque tiene mucho de imprevisible, y de promiscuo e infiel, si se enamora puede comprometerse para siempre. Desequilibrio emocional.
"Los dioses y diosas, como parte de nosotros, han de vivir en armonía. Una manera de ser conscientes de ellos y de empatizarlos es visualizándolos, para conectar cada día con sus imágenes y hacer que conversen entre si y con nosotros."
De: Los dioses de cada hombre. Jean Shinoda Bolen.